La música: Investigar la evolución sufrida en las
diferentes regiones del país, y el modo en que se fueron integrando los
instrumentos musicales y los bailes característicos de los pueblos originarios
y de los pueblos inmigrantes.
El mestizaje cultural es también visible en las
manifestaciones artísticas y sobre todo en la música. Esta forma de expresión
del sí mismo refleja, de manera más evidente, las influencias de varias
culturas. Además, examinando el ámbito musical, las influencias de la minoría
indígena se hacen más visibles. Aquí los bailes folclóricos típicamente
argentinos como “el carnavalito”, “la zamba” o “el gato”, tienen carácter
mestizo aunque el elemento español predomina sobre las características nativas.
Por otra parte, gracias a la incorporación de grandes corrientes de inmigrantes
europeos la música argentina se enriqueció con géneros europeos en su mayoría.
También la música más conocida de Argentina, el tango, es una amalgama de
varias influencias musicales: bailes de Cádiz, la zarzuela española, el ritmo
de polca, el alma criolla, la habanera y la versión cubana de contradanza. Y
entre los géneros musicales más influenciados por la corriente europea se
encuentra el rock argentino: una mezcla del rock clásico con letra en español y
elementos del “ser argentino”.
El Folklore
La palabra folklore fue
propuesta por Williams Jons Thoms en su ya famosa carta a la revista The
Athenaeum de Londres, que la publicó el 22 de agosto de 1846.
Con el nuevo término Thoms
procuraba sustituir ambiguas expresiones, como “antigüedades” o “literatura
popular”, entonces en uso para designar concretamente el saber tradicional del
pueblo.
Etimológicamente, la
palabra anglosajona, Folk significa “pueblo”, “gente” y el termino lore, del
mismo origen, “saber”. De allí surge el concepto de la palabra: “Es el saber
tradicional de las clases populares de las naciones civilizadas”. El término se
ha castellanizado, por lo que debe pronunciarse como se escribe y no “folklor”,
como suena en ingles.
El saber tradicional de
las clases populares involucra los usos, costumbres, creencias, supersticiones,
coplas, refranes, fiestas, ceremonias, música, danza, poesía, artesanías,
medios de transporte, viviendas, vestimenta, leyendas, de un pueblo.
El desarrollo de la
música folklórica argentina es fruto de una heterogénea urdimbre cultural donde
se combinan el elemento indígena y la cultura de conquista, incorporada
gradualmente a lo largo de casi tres siglos en un proceso de aculturación que se
realiza desde la elite urbana hacia las clases campesinas y se conforman
combinando tres aspectos: la música, la poesía y las danzas.
La música culta que llega
desde Europa, adaptada por maestros, brillo en salones porteños y provincianos.
Las clases populares, que n todo tiempo imitaron a las altas, la hicieron suya
adaptándola al nuevo medio de acuerdo con sus preferencias. De este modo
recrearon las piezas y le otorgaron funcionalidad, las transmitieron
empíricamente y a medida que estas se colectivizaban se fueron haciendo
anónimas, es decir que cumplieron un proceso de fusión.
Se estableció así un
frecuente mecanismo de vaivén, de ascenso y descenso de formas musicales a
través de los diferentes estratos sociales. Los sectores populares no tan
afectos a cambios, tendieron a mantenerlas
y transmitieron a sucesivas
generaciones, permitiéndoles adquirir el carácter de regionales. Ello no indica
carencia de capacidad creadora. Con elementos conocidos, el pueblo combino y
elaboró nuevas especies sin abandonar las anteriores, lo que explica el elevado
número de danzas de campaña dentro del repertorio.
Todo este intrincado
proceso de búsqueda afanosa de una inspiración nacional desembocaría en el
aporte de todos los sectores, en la conformación de un patrimonio musical,
poético y coreográfico autentico.
1: Noroeste
La producción musical
del extremo noroeste se encuentra influida por la música incaica. Se cultiva en
Jujuy, especialmente en la Quebrada de Humahuaca, y en pare de Salta. Puede ser
muy melancólica y triste, como en el caso de las bagualas o yaravís, o bien alegre como el
carnavalito o el bailecito. Se ejecuta con instrumentos indígenas como la
quena, el charango, el sikus y se acompaña con caja y bombo.
Las danzas características
de esta zona son el bailecito, el carnavalito, el huayno, el llanto, la
cuequita, la danza de las cintas, el pala- pala.
En la zona subnorteña,
música y danza son muy alegres. En lo que se refiere a instrumentos se agregan
el acordeón la guitarra y el violín. En
cuanto a las danzas, la chacarera, el gato, el tunante, el ecuador, el remedio,
el remedio, el sombrerito, la arunguita, el malambo norteño.
2: La zona andina o cuyana.
Tiene un ritmo marcado que le llega desde Chile y las costas peruanas. Transmite una contagiosa alegría, como si estuviera levemente achispada por el generoso vino que en esa región prospera. Es apropiada para ser entonadas con dúos de guitarra o con piano en los salones. No corresponde acompañamiento de bombo, que se reemplaza por golpeteos en la guitarra. Las especies líricas características son la tonada y la canción, mientras que el gato cuyano, el sereno, la cueca cuyana chilena, el gauchito, la refalosa cuyana, la calandria, el pajarillo, la mariquita y el pericón, constituyen las danzas populares propias. Las danzas de salón correspondientes son la sajuriana, el cuándo, la mariquita y el cielito.
Tiene un ritmo marcado que le llega desde Chile y las costas peruanas. Transmite una contagiosa alegría, como si estuviera levemente achispada por el generoso vino que en esa región prospera. Es apropiada para ser entonadas con dúos de guitarra o con piano en los salones. No corresponde acompañamiento de bombo, que se reemplaza por golpeteos en la guitarra. Las especies líricas características son la tonada y la canción, mientras que el gato cuyano, el sereno, la cueca cuyana chilena, el gauchito, la refalosa cuyana, la calandria, el pajarillo, la mariquita y el pericón, constituyen las danzas populares propias. Las danzas de salón correspondientes son la sajuriana, el cuándo, la mariquita y el cielito.
3: La música de la zona pampeana
Refleja el espíritu del gaucho. Apropiada para el canto del hombre solitario, cuyas tareas lo mantenía casi siempre alejado de la familia, no admite más instrumentos que la guitarra y no usaba acompañamiento de percusión. Las piezas dan más importancia al contenido de las letras que a la música, que permanece invariable en muchos casos. El hombre de la pampa, con la guitarra como única compañera, le canta a sus cosas queridas: al caballo al rancho, a su perro, etc. Las especies líricas características son el triste, la cifra, el cielito y la milonga.
Refleja el espíritu del gaucho. Apropiada para el canto del hombre solitario, cuyas tareas lo mantenía casi siempre alejado de la familia, no admite más instrumentos que la guitarra y no usaba acompañamiento de percusión. Las piezas dan más importancia al contenido de las letras que a la música, que permanece invariable en muchos casos. El hombre de la pampa, con la guitarra como única compañera, le canta a sus cosas queridas: al caballo al rancho, a su perro, etc. Las especies líricas características son el triste, la cifra, el cielito y la milonga.
Las danzas populares
correspondientes son los aires, el triunfo de la guardia de San Miguel del
Monte, la huella, el palito, la firmeza, el prado, los amores, la patria, el
gato con relaciones, gato polkeado, el escondido, el pericón, la refalosa
federal y pampeana, el caramba, el remedio pampeano, la mediacaña, el pollito,
el cielito de la patria, la chacarera y el malambo sureño. En los salones se
bailaban el cielito de la patria, el minué federal, el minué montonero, la
gavota, la sajuriana, y desde el romanticismo en adelante el shotis criollo.
4: La música del litoral
Conserva la influencia de sus orígenes guaraníticos y el atractivo ritmo de resabios afro-brasileños. Antiguamente se tocaba con citara, manola, vihuela, rabel, monocordio, espineta, clave, bajo, arpa, y flauta traversa; en la actualidad se recurre al acordeón, el arpa, la guitarra y el piano en los salones.
Conserva la influencia de sus orígenes guaraníticos y el atractivo ritmo de resabios afro-brasileños. Antiguamente se tocaba con citara, manola, vihuela, rabel, monocordio, espineta, clave, bajo, arpa, y flauta traversa; en la actualidad se recurre al acordeón, el arpa, la guitarra y el piano en los salones.
Como especie lírica de la
zona encontramos el triste y como especies coreográficas la polka, el chamame,
el valseado, el rasguito doble, la chamarrita, la palomita y el gato correntino
además de las danzas generalizadas. Como especies antiguas en desuso figuran la
habanera, el shotis, el vals, la mazurca, y la ranchera.
5: la zona central (Córdoba y parte de Santa Fe)
Recibe permanentemente la influencia de sus vecinas provincias. Por lo tanto no posee música propia de características definidas. Allí se baila la jota cordobesa, y por cercanía con Santiago del Estero, la chacarera, el escondido, y el gato; también se practican la calandria y el pajarillo, debido a la influencia cuyana
Recibe permanentemente la influencia de sus vecinas provincias. Por lo tanto no posee música propia de características definidas. Allí se baila la jota cordobesa, y por cercanía con Santiago del Estero, la chacarera, el escondido, y el gato; también se practican la calandria y el pajarillo, debido a la influencia cuyana
LAS DANZAS
Carnavalito: Típica danza del carnaval en el noroeste argentino. Tiene raíces musicales
del altiplano. Varias parejas van formando rondas y túneles.
Pericón: Es un baile propio de las fechas patrias. La palabra pericón significa bastonero,
pues era éste quien dirigía a las parejas en la danza.
Chamamé: Es una mezcla de la polka europea y danzas de los indios guaraníes.
Chacarera: danza picaresca de pareja suelta.
Zamba: danza con pañuelo y melodía romántica, donde el hombre persigue a la mujer
tratando de conquistarla.
Cueca: danza típica de la región de cuyo, anteriormente perteneciente a la
Capitanía general de Chile. El baile es similar a la zamba.
Malambo: baile masculino con botas, que al golpear en el piso imitan el sonido del galope
del caballo. Muchas veces se presenta como una competencia en la que cada
gaucho intenta superar al otro con más y mayores figuras durante el baile.
INSTRUMENTOS MUSICALES
La quena es una flauta de caña de cinco agujeros, propia del noroeste
argentino.
El erke es una corneta hecha también de caña.
El erkencho es como un clarinete construido con un cuerno de vaca.
El bombo es una especie de tambor grande construido con un tronco de
árbol hueco, tapado con cueros de cabra curtidos. Se golpea el cuero con dos
palos.
La caja es un bombo más chico que se golpea con un solo palo.
El sikus son cañas de distintos tamaños unidas entre sí que, por su
longitud, representan las diferentes notas musicales.
La guitarra
es un instrumento de origen español. El gaucho la adoptó y tiene particular
importancia en las payadas de las pulperías, en las largas noches y travesías,
en los fogones, etc.
El charango es parecido a la guitarra pero más chico. La caja de
resonancia es una caparazón de mulita y tiene por lo general cinco pares de
cuerdas.
LOS INMIGRANTES Y SU APORTE
A los inmigrantes les gusta cantar.
Cantan en su tierra, en el barco,
y cantarán también en la tierra nueva. Vilordo evoca al gringo que
canta:
"Sos para el canto, che, gringo/, como
para el bofe el gato/ toma una grapa d’Italia/ y descansemos un rato".
En el tango "La Violeta", de Nicolás
Olivari, encontramos al inmigrante nostálgico que bebe y canta: "Canzoneta
de pago lejano/ que idealiza la sucia taberna/ y que brilla en los ojos del
tano/con la perla de algún lagrimón...".
En el poema "Antiguo Almacén A la ciudad de Génova", evoca al
italiano Miquelín, quien "Mientras le duraba la plata cantaba,/ cantaba
las lejanas canciones milanesas de su tierra/ y hombreaba recuerdos como
hombreando cereal.../".
Gustavo Riccio, en el poema
"Elogio de los albañiles
italianos", asocia el canto con la realidad social de los inmigrantes.
Ellos cantan mientras trabajan, pues "en lo alto sienten ellos/ que una
canción de Italia se les viene al encuentro" (...) Más líricos que el
pájaro son estos que yo elogio:/ el nido que construyen no es para su reposo,/
el lecho que levantan no es para sus retoños.../ ¡Ellos cantan haciendo las
casas de los otros!”.
La afición por la música se heredaba
en la familia de Julia Zenko: "El abuelo de
Julia cantaba en los templos judíos y era actor aficionado. El papá era
carnicero y cantante de tangos. Ella jugaba a ser cantante desde que aprendió a
hablar (...) ‘Yo fui criada con muchas músicas en mi cabeza’, reflexiona".
Cantaban los picapedreros en Tandil:
"Siempre se cantaba en las canteras: en las fiestas, en las huelgas, en
las calles, en las casas, en el
trabajo, en la soledad y en la compañía”.
Música
Ya en el Martín Fierro, publicado en 1872,
aparece un italiano que hace música. Traían desde su tierra la inclinación por
este arte. A pesar de la
tristeza, "La música y las danzas abundaban en el barco –escribe Scotti.
Algunos tocaban el acordeón, otros la flauta, y por encima de la baraúnda, el
violín diáfano de Padrazo".
Además de tocar por gusto, algunos
hijos de inmigrantes emprendían estudios formales. María Luisa Cuccetti
recuerda su iniciación musical: "ya cuando estaba en el primario, una
amiga mayor me empezó a enseñar piano", pero su padre, un clarinetista
profesional genovés que se había instalado en La Boca , la anotó en el
conservatorio: "Ibamos en tranvía, y como era en el centro, me ponían
sombrero... ¡Bah, capotita! Los sombreros eran para las señoritas".
Recordemos que también fue un
inmigrante, el italiano Luigi Gusberti, quien tuvo una relevante actuación en
la actividad musical de la tierra a la que emigró, donde fue "Director de
la Banda Sinfónica en la capital de la provincia del Chaco y fundador
de las bandas musicales del colegio Don Bosco" . Lo mismo sucedió con
Antonino Malvagni -quien fue director de las bandas militares de Tucumán y
fundó la Banda Municipal de Buenos
Aires y el Conservatorio Alberdi-
y con el padre de los Discépolo.
Entre los gallegos emigrantes, la
gaita era un instrumento muy difundido. El gaitero Carlos Núñez, de paso por
nuestro país, dijo en un reportaje que "los mejores gaiteros no
permanecieron en Galicia sino que la mayoría vino a Buenos Aires, muchas veces
exiliada". En la Argentina y en Cuba,
entraron en contacto con otros ritmos, al punto que "La música gallega se
benefició de estas influencias, de estas tradiciones más abiertas".
Algunos descendientes de inmigrantes
se dedicaron al tango. No es muy amable la impresión que tenía Carlos Gardel
sobre el tango ejecutado por españoles, ya que le dijo a Astor Piazzolla:
"Mirá pibe, el ‘fueye’ lo tocás fenómeno, pero al tango lo tocás como un
gallego".
"La música klezmer recoge la
tradición melódica judía fundiéndola y con el jazz, el tango y el folklore ofrece una propuesta universal. A su
vez, la poesía proyecta al plano de la palabra esa
universalidad", afirma Santiago Kovadloff .
Amaban la música quienes se
establecieron en la Colonia San José, en Entre Ríos. Eran franceses, suizos,
alemanes y piamonteses. "No todos tenían gran preparación intelectual
–dice Celia Vernaz. Si bien vinieron médicos, bachilleres y gente que tenía escuela y que pudo dedicarse a enseñar, otros
solamente sabían trabajar, aunque algo que llama la atención es que la mayoría conocía música y
formaban parte de la Banda".
Una banda surge vinculada a una
fábrica. "En 1929 –escribe Jorge Iglesias-, empujada por el primer impulso
de sustitución de importaciones,
nació cerca de Luján la Algodonera Flandria. Ocho años después, su dueño, Julio
Steverlynck, fundó lo que para él sería uno de los más fuertes símbolos de su pueblo-industria: una banda de
música". Mariela Ceva, historiadora y docente de la Universidad de Luján, dice al periodista que, para
don Julio, "La banda era lo que le permitía traspasar las fronteras de la
patria chica, cómo él decía. Era la que llevaba, más allá del pueblo, los valores de Flandria. Eran sus
abanderados". Décadas después, "la banda musical Rerum Novarum
sobrevive a la ex empresa textil de origen belga, que fue
ejemplo de pueblo-fábrica".
El Chango Spasiuk es el responsable de Polcas de mi tierra, "relevamiento de
un siglo de música traída por los inmigrantes ucranianos". Ese CD –al
decir de Gabriel Plaza-, es "un documento folklórico necesario que es
memoria viva". En él, "El Chango Spasiuk construye un recorrido
musical que recala en el ambiente,
las costumbres y el testimonio de los inmigrantes ucranios que un siglo atrás
llegaron a Misiones con sus polcas. Esta edición encuentra al acordeonista metido en la
historia de sus propios orígenes donde aparecen canciones populares anónimas
con una frescura que las mantiene vigentes.
TANGO
El tango es un género musical tradicional de Argentina y Uruguay,
nacido de la fusión cultural entre inmigrantes europeos (españoles e italianos,
principalmente), descendientes de esclavos africanos, y nativos de la región
del Río de la Plata. Musicalmente suele tener forma binaria (tema y estribillo)
o ternaria (dos partes a las que se agrega un trío). En esencia, es una
expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana “arrabalero”,
que responde al proceso histórico concreto del mestizaje biológico y cultural
de la población rioplatense preinmigración y a la inmigración masiva,
mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades
rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
Su interpretación puede llevarse a cabo mediante una amplia
variedad de formaciones instrumentales, siendo las más características el
cuarteto de guitarras, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón,
piano y contrabajo, así como la orquesta típica o el sexteto.
Muchas de las letras de sus canciones están compuestas basándose
en un argot local llamado lunfardo, letras que suelen expresar las tristezas,
especialmente «en las cosas del amor», que sienten los hombres y las mujeres de
pueblo, circunstancia que lo emparenta en cierto modo con el blues, sin que
ello obste al tratamiento de otras temáticas, incluso humorísticas y políticas.
Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al
tango como «un pensamiento triste que se baila».
Se estima que el tango se nutrió de otros estilos musicales como
la payada, la milonga campera, el candombe afrorioplatense Uruguay y Buenos
Aires, y posteriormente de la habanera cubana. En 1866, un periódico argentino
emplea por primera vez el término «tango» (refiriéndose al género musical más
identificado con la palabra «tango») para designar la canción La coqueta. En
1876, en Buenos Aires se hizo muy popular un tango-candombe llamado El
merenguengué, que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se
celebraron en febrero de ese año. Se interpretaba con guitarra, violín y
flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador).
Se ha planteado seriamente, que haya sido este contexto uno de los fuertes
puntos de partida del nacimiento y desarrollo del tango.
La primera partitura de la que existe registro (aunque sin autor)
es La canguela (1889) y se encuentra en el Museo de la Partitura de la Ciudad
de Rosario. Por otro lado, del primer tango que se tiene registro (con autor
registrado) es El entrerriano ―estrenado en 1896 e impreso en 1898― del afroargentino
Rosendo Mendizábal.
CUARTETO
El cuarteto es un género de
música popular de Córdoba (Argentina), que se caracteriza por un ritmo movido y
tropical, que se escucha en toda la Argentina y algunos países sudamericanos.
Desde su creación en los años cuarenta fue bailado exclusivamente por la clase
trabajadora, y despreciado por la clase media y alta. En los años noventa, el
género se volvió más popular en toda Argentina y ya no era escuchado sólo por
la clase baja, sino también por un gran sector de la población sin distinción
de clases.
El 4 de julio de 2013, el Concejo Deliberante de la
Ciudad de Córdoba declaró al cuarteto "Patrimonio Cultural de los
Cordobeses". Se considera a Carlitos "La Mona" Jiménez y Rodrigo
Bueno como los mayores exponentes de este género.
El cuarteto es un heredero directo de la música que
trajeron los inmigrantes italianos y españoles a la Argentina, en especial el
pasodoble y la tarantela. Esta música era escuchada en las zonas rurales, donde
pequeñas orquestas de cuatro músicos que tocaban piano, acordeón, contrabajo y
violín animaban las fiestas. Originalmente se llamaba cuarteto porque estaba
conformado por cuatro músicos que ejecutaban los siguientes instrumentos:
contrabajo, piano, violín y acordeón. Actualmente, las agrupaciones de cuarteto
utilizan cerca de 15 músicos, entre instrumentos de percusión (timbaletas,
tambora, congas, güiro y batería) de cuerdas (guitarra eléctrica y bajo),
piano, teclado y de viento (trompetas, trombones y a veces saxofones).
A mediados de los años 80 el cuarteto era conocido
principalmente en Córdoba, pero en 1988 Carlitos "La Mona" Jiménez (a
los 37 años de edad) tocó por primera vez en Buenos Aires, en el Microestadio
de Atlanta y con la llegada de Rodrigo Bueno, el cuarteto se hizo muy conocido
en Buenos Aires y posteriormente en todo el país
CUMBIA VILLERA
La cumbia villera es una corriente de la cumbia
argentina cuyas bandas y cantantes abordan frecuentemente en sus letras
temáticas relacionadas al sexo, las drogas, el alcohol y la delincuencia.
El calificativo de villera se refiere (tanto en femenino como en masculino) a los habitantes o a cualquier cosa (en éste caso un estilo de cumbia) que provenga de las villas miseria (denominación que reciben en el país los asentamientos informales conformados en su gran mayoría por viviendas precarias) y también a las personas de clase baja en general, ya que, en sus comienzos, la mayoría del público y los propios músicos de ésta corriente eran habitantes de distintas villas del Gran Buenos Aires. Si bien el calificativo es usado en forma peyorativa por aquellos que pertenecen a otras clases sociales, ha sido apropiado por muchos habitantes de las villas, quienes lo utilizan como distintivo de pertenencia y hasta orgullo, pero sólo cuando es usado por un miembro del mismo grupo social (en forma similar a la expresión inglesa nigger).
La cumbia villera tuvo su origen a fines de la década de 1990 en barrios humildes de la zona norte del Gran Buenos Aires, extendiéndose hacia el resto del país en los siguientes años (aunque Buenos Aires y su área metropolitana siempre se mantuvieron como epicentro del movimiento).
El calificativo de villera se refiere (tanto en femenino como en masculino) a los habitantes o a cualquier cosa (en éste caso un estilo de cumbia) que provenga de las villas miseria (denominación que reciben en el país los asentamientos informales conformados en su gran mayoría por viviendas precarias) y también a las personas de clase baja en general, ya que, en sus comienzos, la mayoría del público y los propios músicos de ésta corriente eran habitantes de distintas villas del Gran Buenos Aires. Si bien el calificativo es usado en forma peyorativa por aquellos que pertenecen a otras clases sociales, ha sido apropiado por muchos habitantes de las villas, quienes lo utilizan como distintivo de pertenencia y hasta orgullo, pero sólo cuando es usado por un miembro del mismo grupo social (en forma similar a la expresión inglesa nigger).
La cumbia villera tuvo su origen a fines de la década de 1990 en barrios humildes de la zona norte del Gran Buenos Aires, extendiéndose hacia el resto del país en los siguientes años (aunque Buenos Aires y su área metropolitana siempre se mantuvieron como epicentro del movimiento).
Con la constante migración interna argentina de
habitantes del interior del país hacia Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, la
cumbia fue ganando popularidad en la capital argentina y sus alrededores (en el
sur del área metropolitana la cumbia santafesina comenzó a tener buena
popularidad desde los años 1970), así como también debido a la migración de
población proveniente de Bolivia y Perú hacia todo el país (en esos países la
cumbia desde hace tiempo estaba arraigada en amplios segmentos de la
población).
En la década de 1990, marcada en el ámbito político
por el neoliberalismo conservador del gobierno argentino (encabezado por el
presidente Carlos Menem), la situación económica y social fue empeorando poco a
poco hasta que en el año 2001 se produjo una grave crisis que sumió a buena
parte de la población del país dentro del índice de pobreza. Ya desde mediados
de los años 1990 los asentamientos informales llamados villas de emergencia, villas
miseria o simplemente villas, formados por población de escasos recursos
económicos fueron creciendo de manera notoria en los centros urbanos, así como
también se dio un gran aumento de la delincuencia y la violencia callejera.
Desde fines de los años 1980 la cumbia había
comenzado a ser el género más consumido en la clase baja argentina, incluso en
la capital y sus alrededores, y en los '90 su popularidad siguió aumentando en
todos los estratos sociales. Sin embargo, las letras de la cumbia argentina
siempre fueron mayormente románticas o referidas a la vida cotidiana, y si bien
desde hace tiempo había canciones que abordaban temáticas como el sexo y el
consumo de alcohol, no lo hacían utilizando un lenguaje vulgar o explícito. La
lírica referida al alcohol y las fiestas se fue dando con mayor asiduidad en la
década de 1990, donde tuvo especial injerencia Amar Azul, una de las bandas más
exitosas de la época, aunque no habían canciones que llegaran a ser
consideradas groseras.
Dentro de su composición musical, la cumbia villera
toma algunos sonidos electrónicos de la cumbia sonidera, y el sonido del
acordeón de una vertiente de la cumbia colombiana. En Argentina el acordeón
diatónico se usa para tocar un género musical folclórico llamado chamamé; en la
cumbia, en lugar del diatónico se utiliza el acordeón de teclado y pistones.
Las bandas de cumbia peruanas y bolivianas de las décadas de 1970, 1980 y 1990
también fueron influyentes en el origen de la cumbia villera.
El chamamé también tuvo influencia cultural y
musical sobre la cumbia villera debido a la migración de población del nordeste
argentino (de donde es originario) y Paraguay hacia Buenos Aires y alrededores,
donde se relacionó con población proveniente de otras regiones del país y de
países cercanos donde la cumbia ya estaba arraigada. En el chamamé hay ejemplos
desde mediados del siglo XX de canciones que hablan de conflictos con la
policía, borracheras y peleas, aunque la lírica suele ser más poética. El rap es otro género que influenció
fuertemente a la cumbia villera principalmente desde lo cultural, aunque hay bandas
que mezclan cumbia con rap. El reggae y el ska son géneros en los que
incursionaron bandas de cumbia villera como Damas Gratis, Flor de Piedra, Mala
Fama y Los Gedientos del Rock, entre otras, generalmente mezclándolo con cumbia.
Rock Nacional
El rock argentino (aquí en Argentina también llamado "rock
nacional"), es una denominación musical muy amplia, aplicada a cualquier
variedad de rock and roll, blues rock, jazz rock, pop rock, punk rock, new
wave, garage rock, ska punk, rock psicodélico, hard rock y heavy metal, entre
otros estilos musicales.
Argentina fue el primer país del ámbito iberoamericano que después
del anglo-sajón (Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, sus lugares de
origen), que combinó los diversos géneros derivados del rock and roll con
elementos autóctonos, desarrollando así un rock de identidad propia, que
recibió el nombre de "rock nacional". También fue el primero en
utilizar una lengua que no fuera el inglés para comunicar y describir temáticas
afines a su idiosincrasia y abundantes referencias a la geografía local,
convirtiéndose así en precursor del rock en habla hispana y el que logró
inicialmente mayor éxito comercial fuera de sus fronteras.
El rock en Argentina comenzó a interpretarse en la segunda mitad
de los años 60. En esta época comenzó a formarse un género musical que fue
denominado primero "Beat", más tarde "música progresiva" y
finalmente "rock nacional", cuando varios grupos underground
empezaron a componer canciones en español sobre asuntos que preocupaban a los
jóvenes de ese momento. Desde fines de los años 50, los grupos locales se
dedicaban a cantar en español y en inglés canciones de rock and roll,
originales o covers de éxitos internacionales, sin conferirles identidad
musical propia. Pero a partir de la mitad de la década del 60, el rock
argentino inició una evolución constante que durante las décadas de 1970 y
1980, y especialmente tras la Guerra de las Malvinas, cristalizó en un
movimiento de características estéticas bien definidas y reconocimiento
internacional.
Tendencias actuales
Las últimas décadas han mostrado una confluencia de la música
popular argentina, tanto de las corrientes provenientes del folklore, como del
tango y el rock nacional, con figuras como Soledad, Luciano Pereyra, Los Nocheros, Jorge Rojas, Abel Pintos, Facundo Toro, el Chaqueño Palavecino, Raly Barrionuevo, el Dúo Coplanacu, Luis Salinas, Los Tekis, Los Alonsitos, Amboé, Los
Hermanos Pachano, Tamara
Moreno, Seba
Ibarra, Tonolec, Sentires del Alma, Bruno Arias, la vientista Micaela Chauque, etc. Algunos de ellos integran una corriente que ha dado en llamarse folklore
joven.
El 28 de enero de 1997 Mercedes Sosa cerró el Festival de Cosquín incorporando a Charly García, uno de los emblemas del rock argentino. El hecho fue motivo de discusiones entre quienes tienen una
versión más pautada del folklore y aquellos que tienen una actitud más abierta
a otros géneros. Ambos artistas interpretaron Rezo
por vos, Inconsciente
colectivo, De mí y la versión rockera de García del Himno
nacional argentino y recibieron una ovación, conformando
una de las noches históricas del festival.
Excelente la investigación realizada. Vean de que modo pueden visualizarlo para poder presentarlo en un Prezi, cuadro, Powerpoin, que no dure más de 10 minutos, ni menos de 2.
ResponderBorrarAcotación al margen. No les perdono que no hablen de la Cumbia Santafesina, y LOS PALMERAS
ResponderBorrarDesafío aceptado.
ResponderBorrar